El juego infantil: ¿le damos al juego la importancia que merece?

el juego

El Juego


El juego es un derecho de la infancia, es la actividad natural de los niños, así como su forma de descubrir el mundo.

Todos sabemos que los niños aprenden jugando.

Pero… ¿le damos al juego la importancia que merece?

Para que aparezca el juego deben  de darse unas condiciones:

Para jugar se necesita TIEMPO

¿pero realmente tienen tiempo para jugar?

Cuántos niños acuden al colegio antes de la jornada escolar al servicio de “madrugadores”, después van a clase, más tarde al comedor, regresan a las clases de la tarde, después a las extraescolares, los deberes… ¿qué tiempo real tienen para jugar?

Quizá pensemos que en el colegio o en las extraescolares, ya juegan, pero el juego debe de ser libre, elegido por el niño y sin dirección, objetivos o resultados del adulto, por lo tanto, en la mayoría de ocasiones lo que se hace en el aula o en las extraescolares son actividades, más o menos lúdicas, pero no es juego, por lo menos no es el  juego que les permite desarrollarse de forma natural.

Todos sabemos que el juego es importante, pero priorizamos otro tipo de actividades como si fueran más necesarias que jugar, dejando el juego para el tiempo que sobra (si sobra). Jugar no es una pérdida de tiempo, el tiempo que se pasan los niños jugando, aparentemente “perdiendo el tiempo”, es “tiempo ganado”, ya que jugando adquieren de forma natural, sin esfuerzo…los aprendizajes necesarios en los primero años.

Para jugar se necesita ESPACIO

¿pero realmente tienen espacios para jugar?

El entorno ideal para el juego, que permite al niño aprender jugando y desarrollarse, que permite el juego libre y no dirigido, es el exterior, el campo, la naturaleza…

Pero cada vez se sustituye más la tierra y las piedras por asfalto y suelos de goma, los juegos abiertos que permite la naturaleza no lo ofrecen toboganes o columpios en los que se crean hasta fila y turnos para ser utilizados.

Las casas cada vez son más pequeñas y con menos zona exterior, dificultándose el movimiento tan necesario en el juego y en el aprendizaje y sustituyéndose por actividades más calmadas y más sedentarias.

Para jugar se necesitan OBJETOS

Suele ser a lo que le damos más importancia, a los juguetes, pero si entendemos el juego como lo que es, realmente no tienen tanta, ya que son complementos  del juego, pero el juego nace de los niños, no de los objetos.

El juguete del bebé es su propio cuerpo, necesita tiempo y espacio para moverse por sí mismo y descubrir su cuerpo, después comenzará a explorar los objetos, pero necesitará objetos naturales o que le ofrezcan diferente información sensorial para desarrollar su inteligencia. Si sólo le ofrecemos juguetes de plástico, no estaremos aportando lo que necesita para su desarrollo.

Más adelante, sobre los 2 años aproximadamente aparece el “juego simbólico” ese juego en el que los niños pueden dar vida a cualquier objeto “como si” fuera otro, ese en el que se implican emocionalmente, ese que les permite comprender aquello que no consiguen en su vida real, ese que les permite crear, que les permite aprender… si les ofrecemos juguetes “cerrados”, aquellos que ya hacen todo por el niño (como una ambulancia de juguete que anda sola, hace sonidos y luces) el niño se vuelve un espectador en vez de un protagonista de su juego, en cambio ¿Cuántas aventuras ofrece una simple caja de cartón?

Como no me canso de repetir:

“Cuántas  menos cosas haga un juguete más cosas hará la mente del niño”

 el juego infantil

Para jugar se necesita A LOS OTROS

Un vínculo primario seguro es la base para explorar  el mundo, para jugar y por lo tanto, aprender. Es importante que los bebés se sientan queridos, se les atienda y se responda a sus necesidades (a todas, no sólo las de higiene o alimentación)

Los niños pequeños juegan en paralelo, es decir, comparten espacio con otros niños pero no hay una interacción real en sus juegos.

A partir de los 3 años aproximadamente comenzarán  a jugar con otros niños y sobre los 6 cobrará mucha importancia los juegos de reglas que crean ellos mismos, descubriendo a través del juego normas, valores, formas de relacionarse..

 

El juego por lo tanto, es la forma que tienen los niños de descubrir el mundo, los aprendizajes más importantes de los primeros años se adquieren jugando libremente.

Para que los niños jueguen no necesitan muchos juguetes, para que los niños jueguen realmente necesitan TIEMPO y ESPACIO.

 

Laura Estremera Bayod

Maestra de audición y lenguaje, Técnico superior en educación infantil, autora de Criando.

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Blog:  www.actividadesparaguarderia.blogspot.com

Puedes descargarte mi libro Criando gratuitamente: http://www.bubok.es/libros/245841/CRIANDO

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