
Agricultura
El aguacate valenciano pisa los talones al andaluz
La fuerte sequía que ha sufrido esta comunidad ha provocado la caída de producción de este fruto

Con 56.000 toneladas de producción en la campaña 2023/2024 y 8.000 hectáreas de cultivo solo en la provincia de Málaga, Andalucía es, históricamente, la principal comunidad autónoma en producción de aguacates. Sin embargo, la Comunitat Valenciana le sigue, aunque a cierta distancia, desde hace años. La buena evolución de la superficie valenciana, junto con la severa sequía que ha atravesado Andalucía, ha provocado una reducción de esta distancia entre ambas autonomías.
Así durante el último ejercicio, la cosecha de aguacates valencianos se ha situado en 23.000 toneladas, frente a las 80.000 de toda España, y desde la Asociación de Productores de Aguacates de la Comunitat Valenciana (Asoproa), esperan que la cosecha aumente un 10 por ciento esta campaña con respecto a la anterior.
Y precisamente este es el porcentaje que ha aumentado la superficie de cultivo del aguacate valenciano, mayoritariamente de la variedad Lamb Hass, que se sitúa en la actualidad en 4.000 hectáreas, frente a la española, que se sitúa en 24.220 hectáreas.
Sin embargo, el frío es un factor limitante, ya que el cultivo únicamente es viable en zonas donde no baja de cero grados.
Tal y como explican desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) la disponibilidad de agua para riego no está siendo un problema en la Comunitat, como sí sucede en algunos puntos de Andalucía. Los agricultores destinan el mismo volumen de agua de riego que venían empleando cuando los campos eran de cítricos, ya que este fruto necesita también bastantes recursos hídricos.
El aguacate no solamente es un fruto en alza, con un incremento del 13 por ciento de su consumo durante el año pasado, sino que dos de cada tres de los que se consumen en Europa entran por España, que suele tener el 10 por ciento de la cuota de mercado de la UE.
Este año se prevé que la campaña de Lamb Hass comience antes, a mediados de marzo, reduciendo el solapamiento con los primeros envíos de Perú y otros países del hemisferio sur.
Precisamente hace tres años los productores de aguacate en la Comunitat Valenciana alertaban de que, a pesar del buen funcionamiento de este cultivo, se corría el riesto de que fuera una «burbuja» si las grandes cadenas de distribución seguían primando la importación de aguacate de la variedad Hass procedente de Sudamérica, en lugar de recolectar el Lamb Hass, el aguacate que se cultiva en el 70 por ciento de los campos de la Comunidad. Con el consumo de aguacate de proximidad, no solamente se favorece al sector autóctono, sino que se elimina la elevada huella de carbono que implica traer esta fruta en barco desde la otra punta del mundo.
El aguacate valenciano
Esta variedad proviene de una semilla seleccionada de una polinización cruzada de «Gwen» (nieta de «Hass»). La principal diferencia entre «Lamb Hass» y «Hass» es que la primera madura más tarde, esto tiene la ventaja de que los agricultores que tradicionalmente han estado cultivando la variedad «Hass», podrían ahora extender su producción a lo largo del año.
De ahí que la producción valenciana debería ser aprovechada para cubrir el hueco de mercado que deja la Hass. El fruto de la variedad Lamb Hass tiene forma de pera, cuando está maduro la piel es de color negro y si está inmaduro es verde. El tamaño del fruto varía con el manejo de cultivo. Normalmente es más largo que Hass.
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